El Yorkshire Terrier, o simplemente "Yorkie", es una raza de perro pequeño originaria de Inglaterra en el siglo XIX. Surgió en el condado de Yorkshire, de donde toma su nombre, durante la Revolución Industrial. Fue criado principalmente por trabajadores textiles escoceses que emigraron al norte de Inglaterra, llevando consigo varias razas de terrier pequeñas. El objetivo era crear un perro valiente y ágil, capaz de cazar ratas y otros roedores en fábricas, minas y hogares. Se cruzaron razas como el Waterside Terrier, el Skye Terrier, el Paisley Terrier y posiblemente el Maltés, hasta lograr el tamaño y pelaje característicos del Yorkshire. A pesar de su origen humilde como perro de trabajo, su elegante apariencia y personalidad vivaz llamaron la atención de las clases altas. En pocas décadas, el Yorkie pasó a convertirse en un perro de compañía muy popular, especialmente entre damas de la alta sociedad victoriana. Hoy en día, el Yorkshire Terrier es una de las razas más queridas del mundo. Es conocido por su pequeño tamaño, su pelo largo y sedoso, su carácter valiente y su gran energía. Aunque es un perro de compañía, conserva su instinto de cazador y su espíritu independiente.